Ante todas las adversidades en Tokio, Japón; el regiomontano Francisco ‘Chihuas’ Rodríguez mostró la bravura y el coraje necesarios para una pelea de título del mundo, este miércoles cuando se metió a la casa del cuatro veces campeón mundial Kazuto Ioka a disputarle la corona absoluta de los supermoscas versión WBO.
Con todo en contra, excepto el apoyo de la afición mexicana; Rodríguez Tamayo, peleador representado por Promociones del Pueblo de Oswaldo Küchle, Cancún Boxing de Pepe Gómez y Boxing Time de Memo Rocha; hizo una pelea acorde a su plan, atacando sin cesar desde que sonó el campanazo, pero tenía más de un rival esta noche en la capital japonesa.
Ioka recurrió constantemente al amarre cuando el mexicano se lanzaba al ataque; situación que fue pasada por alto por el tercero sobre la superficie, el ghanés Biney Martin desde los primeros asaltos, dando luz verde al japonés de seguir haciéndolo indiscriminadamente a lo largo del combate sin recibir una sola llamada de atención.
Cada interrupción del combate obligaba a intervenir al referee, situación que aprovechó Kazuto Ioka para sacar ventaja del púgil mexicano, conectando en diversas ocasiones el conocido ‘Golpe de Conejo’, un golpe a la nuca que es considerado ilegal y muy peligroso; cayendo nuevamente en la impunidad solapada por el referee africano que tampoco advirtió los múltiples choques de cabeza.
El ‘Chihuas’ brindó una gran exhibición, haciendo gala de lo más selecto de su arsenal, poniendo en dificultades en múltiples ocasiones al monarca que lucía desconcertado y temeroso de los ataques del mexicano; al final de un guerra, el local terminó por imponerse con totales de 116-112 por parte de los tres jueces.
