Por: Gilberto Solís Flores.
Se debe prohibir en México la importación y el uso de los aceites parcialmente hidrogenados (Aph) o limitar su contenido a no más de 2 gramos por cada cien gramos de las grasas totales en todos los alimentos, pues al ingerirlos son causa directa de enfermedades coronarias, así coincidieron en proponer de manera unánime, representantes del Poder Legislativo, Especialistas de la secretaría de salud y de las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud, así como integrantes de organizaciones de la sociedad civil.
Al participar en el Foro Virtual: «Políticas Públicas para la Eliminación de las Grasas Trans de Producción Industrial en México» los especialistas en salud, señalaron asimismo que, -México es uno de los 15 países que más contribuyen a la mortalidad por grasas trans-.
La Senadora Lilia Margarita Valdez Martínez, integrante de la Comisión de Salud del Senador de la República, dijo: «Antes ignorábamos los datos nacionales e internacionales sobre los efectos de las grasas trans, pero hoy no tenemos excusa. esas grasas, esos aceites en exceso nos dañan y debemos tomar medidas radicales».
En tanto, el doctor Ruy López Ridaura director General del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) informó que, en este organismo se trabaja de manera continua sobre el reglamento de bienes y servicios, sin embargo, una reforma a la Ley General de Salud acerca de las grasas trans, permitirá tener un blindaje semejante al de etiquetado de alimentos, que impulsará la prohibición para producir o importar ácidos grasos de origen industrial, que deben considerarse como tóxicos.
Preciso el doctor Ruy, que no tienen ninguna ventaja nutricional, ni son de origen natural, sólo prolongan la conservación en los anaqueles. Y tales ingredientes se asocian a enfermedades cardiovasculares, infartos prematuros, diabetes, riesgos para desarrollar diabetes, hipertensión, además de impactar en los años de vida y de calidad de vida perdidos.
A su vez, el representante de la 0PS/OMS en México, Cristian Morales Fuhrimann expuso que, «La Organización Mundial de la Salud estima que cada año hay más de 260 mil defunciones por enfermedades cardiovasculares que pueden atribuir directamente a una ingesta excesiva de ácidos grasos trans, de las cuales 160 mil ocurren en la región de las Américas.
Los ácidos grasos trans de producción industrial son un factor prevenible que contribuye al incremento de las enfermedades cardiovasculares, de ahí la importancia de que exista una regulación, subrayó Morales Fuhrimann, Y apuntó la pertinencia de que tanto Legisladores, como el Poder Ejecutivo asuman el compromiso de eliminar tales sustancias, pues esta decisión constituye un enfoque de bajo costo para proteger la salud de las personas.
Los ácidos grasos trans tienen el poder de dañar la salud y de provocar muertes en mayor medida que las grasas saturadas, enfatizó el doctor Fabio Da Silva Gomes, asesor de nutrición de la OPS/OMS – Washington D. C.
Por su parte, Lorena Allemandi, Consultora de NCD Alliance, señaló que La Pandemia de Covid 19 ha puesto en el centro de la escena el problema de salud más grande de nuestra era, las enfermedades no transmisibles (ENT) son las causantes de 41 millones de muertes al año, Y resaltó que tanto las ENT como el covid 19 comparten muchos factores de riesgo, entre ellos, la obesidad y la hipertensión.
Sólo 32 países avanzan con leyes y regulaciones con las cuales protegen de las grasas trans a 2 mil 400 millones de personas, pero más de cien países no han avanzado en el asunto, como México, destacó Lorena Allenmandi y pronostica que, «Si todos los países elimináran los ácidos grasos trans de producción industrial se podrán salvar hasta 17 millones de vidas hacia el año 2040».
Respecto a las oportunidades legislativas y administrativas que se identifican en este país, el Maestro Erick Antonio Ochoa , integrante de la Coalición México Saludable consideró que pudieran existir varias vías para lograr las bases de regulación, la principal de ellas es una posible reforma al artículo 216 bis de la Ley General de Salud que pudiera complementarse con otras reformas que se trabajan desde la secretaría de salud, desde la creación de la NOM o bien la modificación de la Nom 086 que podría incluir cláusulas que prohíban los ácidos grasos trans y la modificación del uso de aditivos.
«Estamos en ruta con el equipo de la senadora Lilia Margarita Valdez, trabajaremos la propuesta de iniciativa para actualizar la Ley General de Salud en paralelo a las acciones de sensibilización que emprenderá la OPS», concluyó Erick Antonio Ochoa.