Ezra Barrera.
Santos Saúl Álvarez Barragán, quien es mejor conocido por el mote de “el canelo Álvarez” es un talentoso boxeador mexicano, más específicamente jalisciense. Recientemente ganó una batalla que lo corona como uno de los mejores libra por libra del momento, adquiriendo el cinturón de peso mediano que ostentaba Daniel “Miracle man” Jacobs.
En esta ocasión Canelo ganó a Jacobs por la vía de la decisión unánime, sin embargo, para una gran cantidad de espectadores no terminó de convencer. ¿Por qué? La razón tiene múltiples aristas, una de ellas es el estilo natural del boxeador, uno que es pausado la mayoría del tiempo y explosivo por breves instantes, con lo cual logra una euforia inmediata en la afición. Otra razón es la falta del KO. Y es que en peleas de alto nivel el pugilista mexicano no ha logrado terminar por la vía corta sus combates. Por tanto, la duda se origina cuando los combates se van a la decisión de los jueces, tal como sucedió en los dos combates contra el kazajo Gennady Golovkin “GGG”. Y es que, al agotar todos los rounds, el canelo no convence porque solo trabaja 45 segundos de los 3 minutos disponibles, además, recibe golpes importantes.
Otro gran problema al ver pelear al canelo radica en su versatilidad o plasticidad para pelear; una habilidad poco común en estos tiempos. Y es que el canelo es capaz de ser defensivo, ofensivo y contragolpeador. Es capaz de boxear en retroceso, de fajarse en el centro del cuadrilátero o contra las cuerdas y también es capaz de perseguir insistentemente a su presa. Entonces, en cada pelea el espectador debe de preguntarse ¿Qué versión del canelo veré el día de hoy? Es obvio que no todas las versiones de lucha del canelo son igual de espectaculares y peor aún, el público mexicano exige siempre la versión ultra-ofensiva, la versión mal llamada “el estilo mexicano”. Pero cada quien le reza a su santo y canelo ajusta la pelea a su contrincante, considerando aspectos clave como la velocidad, la pegada y la resistencia.
Con lo anterior podemos entender por que canelo en la pelea contra Daniel Jacobs se encontraba yendo hacia adelante, pero sin tirar muchos golpes y es que el boxeador neoyorquino es un gran contragolpeador con una fuerte pegada, por lo que ir de frente tirando golpes a diestra y siniestra seria un craso error.
Pero para la afición mexicana que busca el “estilo mexicano”, un estilo encarnizado de dar golpes sin importar cuánto daño se reciba, canelo defraudó. Y no solo en esta pelea sino en muchas más como cuando enfrentó a JC. Chavez Jr. quien, a pesar de no meter las manos en el combate, permaneció de pie los 12 episodios, sin que su pasividad fuera un incentivo para que el canelo lo dejara tendido en la lona. Tampoco pudo tirar al perro Angulo, quien tampoco metió las manos y por último, no logró poner en mal estado al Daniel Jacobs en ningún momento. En esta ultima pelea vimos a un canelo que se defendió como los grandes, con un excelente juego de cintura, pero, cometiendo el grave error de no culminar la faena con contragolpes eficientes.
Hay que considerar que no se puede llegar a entender el repudio hacia el canelo por parte de sus detractores sin mencionar la “protección” de los medios y de su promotor Oscar de la Hoya. Y es que el canelo ha tenido la suerte (con la que todos deberían de contar) de ser llevado paso a paso en el mundo del boxeo y no fue simplemente lanzado al ruedo con un boxeador de alto nivel, tal como lo hizo el Siri Salido o el indudable # 1 de México, el gran JC. Chavez. El hecho de haber enfrentado oposición similar a su nivel de pelea parece molestar a muchos y al momento de enfrentar a los grandes nombres siempre se deja un espacio para la duda, por ejemplo, cuando se enfrentó a Sugar Shane Mosley o a Miguel Ángel Cotto, se dijo que había enfrentado a los mejores, pero en su peor momento, ya cuando van de salida. El caso de Shane Mosley es de especial atención, ya que contra el boxeador azteca dio lo mejor de sí, siendo en todo momento agresivo y tomando riesgos, mientras que cuando enfrentó al filipino Pacquiao se miró como un indefenso conejito. De igual forma cuando el canelo peleo contra Amir Khan se objeto que el peso era demasiada ventaja (que en realidad lo fue).
Una última estocada al prestigio del canelo ha sido su arrogancia durante las entrevistas. En casi todas las actividades se acostumbra a escuchar respuestas humildes y modestas, mas tratándose de deportistas. Sin embargo, el caso del canelo es peculiar por no temerle a nada al afirmar que el es el mejor boxeador del momento y que es el ídolo mexicano, que el 99 % de los mexicanos lo apoyan y cosas por el estilo. Esto para el publico azteca ha sido muy polémico y es que aceptamos que nos digan que somos los mejores, pero jamás será bien visto quien se brinde esos laureles a si mismo.
En conclusión, el canelo tiene plasticidad en el boxeo y un estilo diversificado con el cual puede o no ser suficiente para noquear al contrincante y el cual puede o no agradar a los espectadores. Además, debe de dejar de obtener ventaja en las negociaciones y en los pesos pactados para evitar esas objeciones y sí o sí, debe de pelear 3 minutos por asalto y no solo tirar golpes esporádicos dejando ver una deficiente condición física que siempre ha dejado mucho que desear. Cuando canelo logre hacer esto, será cuando todos los mexicanos lo acepten como el mejor exponente del boxeo de México, antes no.