Por: Hernández Vilchis
Una vida llena de contrastes la que vivió el famoso «Chango» Casanova el primer gran ídolo del boxeo mexicano, llego a la cúspide sin los trucos de la mercadotecnia actual, fue la canonización del pesimismo, porque mientras más bajo caía, más adorado por el pueblo.
Nació el el 21 de junio de 1915 en León Guanajuato tuvo 75 peleas, 57 ganadas con 31 nocauts y 17 derrotas, la guerra revolucionaria estaba terminando y la situación en su ciudad natal no era optima, razón por la que su madre decidió que se fuera a vivir a la ciudad de México.
Debuto en el boxeo de paga el 9 de abril de 1932 contra Paco Villa a quien derroto por KOT en el cuarto round, eran tiempos en que se peleaban cada mes o menos, tuvo importantes victorias sobre Juan Zurita, «Kid» Azteca y «Baby» Arizmendi.
El 17 de septiembre 1935 conquisto el campeonato nacional de peso gallo al derrotar a Joe Conde, este sería el único triunfo que se obtuvo ante el mazatleco ya que su siguientes tres encuentros en sí fue noqueado, una vez en el cuarto giro y las otras dos lo durmieron en el primer round, siempre se manejo que Joe le hablaba en ingles a Rodolfo, lo cual lo desconcentraba y era presa fácil de Conde.
El 16 de mayo de 1936 se enfrentó a «Kid» Azteca, los dos más grandes ídolos del boxeo mexicano, era la pelea del orgullo, Casanova dio una cátedra y se impuso por decisión unánime al tepiteño, el encuentro tuvo como escenario la arena nacional, donde tiempo después estuvo el cine Palacio Chino, el local fue insuficiente para presenciar el duelo entre dos inmortales.
Gano el cetro nacional de peso gallo a Juan Zurita y tiempo después también conquisto el pluma y ligero, sus viajes constantes al extranjero proporcionaron que tuviera un romance con la guapa actriz norteamericana Mae West.
Ante el boricua Sixto Escobar tuvo la oportunidad de su vida para coronarse campeón mundial en peso gallo, toda vez que el isleño no era, como boxeador, cosa del otro mundo, sin embargo una noche antes de la pelea allá en Montreal Canadá, se fugó de la concentración, cuando parte de su equipo se dio cuenta de su desaparición, lo empezaron a buscar por todos los bares de la ciudad y lo encontraron a las 2 de la mañana en estado de ebriedad, los metieron a una tina con hielo para revivirlo y después al vapor para bajarlo de peso, cuando entro al límite de la división, su cuerpo ya mostraba signos de deshidratación, la noche de la pelea fue presa fácil de Escobar quien lo noqueo en el noveno round.