Mi nombre es Moisés Espinoza y les comparto una historia de taxis, pero más que mía es de un pasajero que me contó lo que le pasó en un viaje en un taxi «Pirata»
En un recorrido de 7 kilometro del Polanco al metro suburbano de Buenavista, una señorita me abordó y de inmediato con un respectivo saludo hacia donde nos dirigimos, por momentos miraba a través del retrovisor y en dos oraciones se alcanzó a dar cuenta que la venía observando, el tránsito era demasiado lento, hasta que al voltear alzo la mirada no me quedo de otra que decirle el porqué la insistencia de estar volteando hacia los pasajeros.
-Señorita la verdad es que sufrí un asalto con arma pulso cortante y la verdad no estoy tranquilo, pienso que cualquier pasajero me puede agredir, subí a dos jóvenes por la central de abasto y más tardaron en subir que lo que me asaltaron con lujo de violencia y es por eso que estoy trabando con mucho miedo.
-Le entiendo ya también sé lo que se siente haber sufrido un «asalto», en una ocasión estaba esperando el taxi en sitio del metro Villas de Aragón, empezó a llover y alcancé a mirar un taxi que venía me subí, cuando el taxi apenas terminó de bajar en puente para la iglesia azul y sé dé tiene para subir a otro señor, me puse a gritarle que no me pegará por el amor de Dios estoy embarazada, el mugroso ni por eso me dejó de meter las manos me tenía desnuda en cuestión de segundo, fue algo muy traumante.
Recuerdo que el lunes tenía que irme a trabajar y ya estaba lista me peine, me mire en el espejo y agarre mi bolsa para salir y no sé por qué, pero ya no pude salir de casa al siguiente día igual me preparé mi lunch pues me dejaron sin dinero para la quince, ya lista para irme a la oficina y el miedo me detenía no podía salir de mi casa así estuve cuatro meses. ¿Pidió permiso en el trabajo?.-No, acumule 4 faltas y me despidieron, creí era algo muy simple de resolver, pero con el paso de los días venían a mi mente lo que mi hicieron esos desgraciados, me fueron a dejar en un camellón allá por el sur, ahora sé que es Miramontes, una señora de la tienda me dejo llamar a mi esposo, estaba muy mal, recursos humanos me dijo que porque no levanté una acta ante el ministerio público, yo ya había perdido un embarazo y lo único que quería es no me lastimaran a mi bebe, mi hija ya tiene 14 años, por eso le digo que le entiendo muy bien señor.-Perdón señora por recordarle el pasado.-
-Ahora ya lo puedo platicar, pero antes era puro llorar, muchas gracias por el servicio.- hay que tener mucho cuidado en donde tomar un taxista de confianza.
