Jason Witten puso fin a su carrera en los emparrillados
Javier Briseño Domínguez
Hace justo una semana el estadio AT&T, casa de los Vaqueros de Dallas, fue la sede del Draft 2018 de la NFL, donde los sueños y las ilusiones de los jóvenes jugadores provenientes del Football Americano colegial de los Estados Unidos comienzan a hacerse realidad.
Paradojicamente, en ese evento donde las jóvenes promesas reciben la oportunidad de jugar con alguna de las 32 franquicias e iniciar su carrera profesional en el deporte de las tacleadas, un emblema del deporte en la última década anunciaba su posible retiro de los emparrillados.
La tarde del jueves 26 de abril, el comisionado de la NFL, Roger Goodell dio por inaugurado el Draft de este año entre los ya tradicionales abucheos hacia su administración a pesar de haber salido escoltado por tres emblemas del equipo de casa, la leyenda viviente, Roger Staubach; el sheriff de los noventas, Troy Aikman y el último gran líder de los Cowboys, Jason Witten, este último se convertiría en la noticia.
Ese día los Vaqueros elegirían en la primera ronda y con la selección global número 19 al linebacker egresado de la Universidad de Boise State, Leighton Vander Esch y en por el contrario, tan sólo unas horas después, diversos medios especulaban sobre el posible adiós del estelar ala cerrada de la estrella solitaria.
El dueño de la que también es la franquicia deportiva más cara del mundo, Jerry Jones, hablaría con el líder de su equipo para que pensara bien su futuro. Le concedió una semana de descanso para analizar su situación, ya que sobre el escritorio, Jason Witten también tenía una oferta de un reconocido canal deportivo para convertirse en analista de los tradicionales juegos de lunes por la noche.
Siete días después, Witten anunció lo que los aficionados a los Vaqueros no querían escuchar. Entró a «The Star», las lujosas instalaciones de entrenamiento de Dallas, como un ‘rockstar’ en pasarela, con infinidad de muestras de cariño de familiares, compañeros y empleados del equipo que tantas veces lo vieron rondar por los pasillos para poner punto final a su historia en el football americano a los 36 años de edad y 15 temporadas en la NFL.
Durante década y media dejó números impresionantes con el jersey azul y plata, principalmente el de igualar el récord con más temporadas con los Vaqueros al igual que lo hicieron Ed «Too Tall» Jones, «El loco» Bill Bates y Mark Tuinei.
Asimismo, se retira como el jugador con más recepciones en la franquicia y como el cuarto en este rubro de toda la liga con mil 152 sólo por detrás de Jerry Rice, Tony González y Larry Fitzgerald.
De igual manera acumuló 12 mil 448 yardas aéreas totales, un récord que será difícil de superar en los Vaqueros, con 68 pases de touchdown. Tiene el récord de más
juegos jugados con el equipo texano ya que participó en 239 de 240 posibles, perdiéndose solo un encuentro por lesión.
Ostenta el récord de más atrapadas en una temporada para un ala cerrada con 110 y de igual manera la marca de más atrapadas para alguien de su posición en un partido con 18.
Fue llamado 11 veces al tazón de los profesionales y considerado 4 veces All-Pro, la categoría que se le da al mejor jugador de la liga en su posición, además de que en el 2012 ganó el premio Walter Payton al hombre del año, premio que se otorga a los jugadores de la NFL por sus labores altruistas.
Sin embargo, a pesar de tanto récord, le faltó el triunfo más añorado para un jugador de la NFL: el Super Bowl, sumándose así a una amplia lista de grandes figuras que se retiraron sin poder alzar el Vince Lombardi como Dan Marino, Tony González, LaDainian Tomlinson, Barry Sanders, Erick Dickerson y Fran Tarkenton.
Witten formó parte de unos Vaqueros de Dallas en tiempos inestables luego de la gran década ganadora de los noventas. Llegó al equipo en el 2003 proveniente de los Voluntarios de la Universidad de Tennessee, tras ser seleccionado en tercera ronda del draft de ese año y desde su primera temporada se ganó la titularidad y poco después se convirtió en el último gran líder de la estrella solitaria.
Ahora se dedicará al análisis de la NFL en la pantalla chica y volverá a casa el próximo 5 de noviembre cuando los Dallas reciban a los Titanes de Tennesse en juego de «Monday Night Football».
No hay discusión de que Jason Witten, el legendario número 82, será incluido en el anillo de honor de los Cowboys y posteriormente, en cinco años, escribirá su nombre como un inmortal de la NFL en el Salón de la Fama de Canton, Ohio,