Se realizó la entrega de estímulos a atletas y entrenadores olímpicos y paralímpicos que asistieron y ganaron medalla en Tokio. Un acto que bien se puede ver como de generosidad y reconocimiento a la labor de los deportistas por parte del Presidente, pero que debe tomarse con calma para no confundir al atleta o al entrenador, en el sentido de que no será algo constante, sino que tiene que ver con estos grandes eventos, ya que cuando no haya ese tipo de estímulos en el futuro, las cosas pueden complicarse.
Sin duda que es algo muy merecido para atletas y entrenadores, y ojalá que —como por ahora se ve— no logre colarse en estos reconocimientos ninguna persona de pantalón largo, de esas que se dicen delegados o coordinadores. Ya tuvieron su paseo de primera a Japón, como para que ahora quieran llevarse también este dinero.
Este estímulo, que consistió en 240 mil pesos para quienes fueron a Tokio, es algo extraordinario para estas 364 personas. Además, hay que recordar que quienes ganaron oro obtuvieron 480 mil pesos; los de plata 420 mil pesos (Paralímpicos) y los que ganaron bronce y cuartos lugares —un hecho insólito—, 300 mil pesos. Y aunque no debería ser así, porque en la teoría ya debía existir un plan de trabajo y desarrollo rumbo a los próximos Centroamericanos, Panamericanos y Olímpicos, estos apoyos se dan para preparación, no para sacar adelante a una familia; no son un sueldo para subsistir, vaya. Con este recurso, los deportistas van a poder alivianar su nuevo ciclo de preparación. Pero ojo, que también se necesita que las autoridades deportivas les apoyen en los eventos de preparación y ojalá que ya nos presenten la planeación de aquí a París 2024, con todo lo que un deportista de alto rendimiento requiere.
Hasta hoy, no tenemos claro nada de eso, la mayoría de los atletas y entrenadores no sabe a ciencia cierta qué sigue, hacia dónde deben dirigirse y esperan tener una respuesta pronta. Y no me refiero sólo a aquellos que fueron a Tokio o que ganaron medallas, es un sentimiento general de los deportistas de alto rendimiento, a quienes les gustaría saber qué sigue en sus carreras.
Será complicado sostener este ritmo de premios para las futuras competencias de este calibre, aunque el Presidente —con lo que ha mostrado al momento— se ve comprometido con reconocer a los deportistas de este país; pero, insisto, la parte más importante será planear qué debe hacer la gente, que no haya discrepancias entre federativos y atletas, que intervenga el Gobierno a través de la Conade, para asegurarse de que lo que requiere un deportista se trabaje de manera coordinada para poder salir adelante en este nuevo ciclo olímpico.